Queridos hermanos y hermanas, al adentrarnos en el tema de los espíritus impuros, abordémoslo con reverencia y un corazón abierto a comprender las verdades espirituales. Los espíritus impuros se mencionan en varias partes de la Biblia y representan entidades que se oponen a la bondad y santidad de Dios. Estos espíritus pueden causar tumulto, confusión y sufrimiento en la vida de las personas.
En las escrituras, vemos a menudo a Jesús confrontando directamente a estos espíritus. Con autoridad divina, Él les ordena que dejen a aquellos que han oprimido, mostrando Su poder y compasión. Un ejemplo conmovedor es cuando encuentra a un hombre poseído por muchos espíritus, que vivía entre las tumbas y no podía ser contenido por medios humanos. Con una palabra, Jesús libera al hombre, demostrando Su autoridad sobre todas las cosas espirituales y físicas.
Estos encuentros nos recuerdan que la batalla contra las fuerzas espirituales es real, queridos amigos. No es algo que deba tomarse a la ligera o descartarse. La presencia de espíritus impuros puede verse como un reflejo del mundo caído en el que vivimos, donde la oscuridad a menudo intenta eclipsar la luz. Sin embargo, debemos tener ánimo, sabiendo que Jesús ha vencido al mundo y nos ha dado las herramientas para mantenernos firmes.
La oración, la fe y la Palabra de Dios son nuestras armas en esta batalla espiritual. Como creyentes, estamos llamados a ser vigilantes, a guardar nuestros corazones y mentes, y a confiar en la fuerza que proviene de nuestro Señor. No estamos solos en esta lucha. El Espíritu Santo nos empodera, guiándonos y protegiéndonos de las trampas del enemigo.
Animémonos unos a otros en la fe, recordándonos la victoria que tenemos en Cristo. A medida que crecemos en comprensión y madurez espiritual, estamos mejor equipados para reconocer y resistir la influencia de los espíritus impuros en nuestras vidas.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre los espíritus impuros.
Versículos de la Biblia sobre espíritus impuros
«Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces»
— Marcos 1:23
«Cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo»
— Marcos 5:2
«Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz»
— Lucas 4:33
«Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, no lo halla»
— Mateo 12:43

«Los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios»
— Marcos 3:11
«(Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; le ataban con cadenas grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.)»
— Lucas 8:29
«Cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo sordo, yo te mando, sal de él, no entres más en él»
— Marcos 9:25

«Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad toda dolencia»
— Mateo 10:1
«Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; muchos paralíticos cojos eran sanados»
— Hechos 8:7
«Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí»
— Lucas 11:24
«Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino se postró a sus pies»
— Marcos 7:25
«Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos»
— Mateo 8:16
«Los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados»
— Lucas 6:18
«El espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, clamando a gran voz, salió de él»
— Marcos 1:26
«He aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio»
— Mateo 15:22
«Vi salir de la boca del dragón, de la boca de la bestia, de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas»
— Apocalipsis 16:13
«Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo»
— Marcos 5:8

«Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando»
— Hechos 16:16
«Respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti a mi hijo, que tiene un espíritu mudo»
— Marcos 9:17
«Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado»
— Mateo 9:32

«Sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, echó fuera muchos demonios; no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían»
— Marcos 1:34
«De tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, las enfermedades se iban de ellos, los espíritus malos salían»
— Hechos 19:12
«Mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, sanó al muchacho, se lo devolvió a su padre»
— Lucas 9:42
«Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino»
— Mateo 8:28
«Aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos atormentados de espíritus inmundos; todos eran sanados»
— Hechos 5:16

«Clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, se ha hecho habitación de demonios guarida de todo espíritu inmundo, albergue de toda ave inmunda aborrecible»
— Apocalipsis 18:2

«Vienen a Jesús, ven al que había sido atormentado del demonio, que había tenido la legión, sentado, vestido en su juicio cabal; tuvieron miedo»
— Marcos 5:15
«Estaban todos maravillados, hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad poder manda a los espíritus inmundos, salen?»
— Lucas 4:36
«Reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, este quedó sano desde aquella hora»
— Mateo 17:18
«Todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, le obedecen?»
— Marcos 1:27

«Después llamó a los doce, comenzó a enviarlos de dos en dos; les dio autoridad sobre los espíritus inmundos»
— Marcos 6:7

«Algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios»
— Lucas 8:2
«Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?»
— Hechos 19:15
«Entonces va, toma consigo otros siete espíritus peores que él, entrados, moran allí; el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación»
— Mateo 12:45
«Luego Jesús les dio permiso. saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, en el mar se ahogaron»
— Marcos 5:13
«Predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, echaba fuera los demonios»
— Marcos 1:39
«También salían demonios de muchos, dando voces diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo»
— Lucas 4:41

«Los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos»
— Mateo 8:31
«Se lo trajeron; cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos»
— Marcos 9:20
«Se difundió su fama por toda Siria; le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades tormentos, los endemoniados, lunáticos paralíticos; los sanó»
— Mateo 4:24
«Los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; el hato se precipitó por un despeñadero al lago, se ahogó»
— Lucas 8:33
«Le preguntó: ¿Cómo te llamas? respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos»
— Marcos 5:9

«Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego mudo; le sanó, de tal manera que el ciego mudo veía hablaba»
— Mateo 12:22

«Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas»
— Marcos 16:17
«Entonces va, toma otros siete espíritus peores que él; entrados, moran allí; el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero»
— Lucas 11:26
«Pero este género no sale sino con oración ayuno»
— Mateo 17:21
«La mujer era griega, sirofenicia de nación; le rogaba que echase fuera de su hija al demonio»
— Marcos 7:26
«Les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración ayuno»
— Marcos 9:29
«Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios»
— Mateo 12:28

«Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre»
— Lucas 10:17
«Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul»
— Hechos 13:8
«Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; aconteció que salido el demonio, el mudo habló; la gente se maravilló»
— Lucas 11:14
«Esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, este se volvió dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. salió en aquella misma hora»
— Hechos 16:18

«Clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?»
— Mateo 8:29
«Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; se lo prohibimos, porque no nos seguía»
— Marcos 9:38
«Que tuviesen autoridad para sanar enfermedades para echar fuera demonios»
— Marcos 3:15

«Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros»
— Lucas 8:27
«Le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región»
— Marcos 5:10
«Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos»
— Mateo 8:34
«Le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos»
— Marcos 5:12
«Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí»
— Marcos 9:39
«Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; una casa dividida contra sí misma, cae»
— Lucas 11:17
«Clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes»
— Marcos 5:7