Queridos hermanos y hermanas, hoy nos reunimos para reflexionar sobre el noble y divino propósito otorgado por Dios al trabajo del hombre. Al principio, Dios creó los cielos y la tierra, y colocó al hombre en el jardín para cuidarlo y mantenerlo. Esta designación divina nos muestra que el trabajo no es solo una tarea, sino un llamado sagrado. Es a través de nuestro labor que participamos en la creación continua de Dios. El trabajo es una expresión de nuestra obediencia a Dios y una manera de cumplir Su voluntad en la tierra.
A lo largo de la Biblia, vemos innumerables ejemplos de personas que abrazaron su trabajo como una forma de adoración. Consideremos a José, quien sirvió diligentemente en la casa de Potifar y luego en la corte del faraón. Su compromiso con la excelencia en su trabajo no solo condujo al éxito personal, sino también a la preservación de su familia y de toda una nación. La historia de José nos enseña que cuando trabajamos con integridad y dedicación, Dios bendice nuestros esfuerzos y los usa para Su propósito mayor.
El apóstol Pablo también animó a los creyentes a trabajar con todo su corazón, como si trabajaran para el Señor y no para los hombres. Esta mentalidad transforma nuestras tareas diarias en actos de devoción. Cuando abordamos nuestro trabajo con el entendimiento de que es para la gloria de Dios, encontramos propósito y alegría, incluso en lo mundano.
Además, nuestro trabajo sirve como testimonio para otros. Cuando desempeñamos nuestras obligaciones con fidelidad y excelencia, reflejamos el carácter de Dios a quienes nos rodean. Nuestra actitud hacia el trabajo puede inspirar a otros y acercarlos a la verdad del amor y la gracia de Dios.
Queridos amigos, abracemos nuestro trabajo como un regalo de Dios, una oportunidad para servirle a Él y a los demás. Al hacerlo, honramos a nuestro Creador y encontramos plenitud en nuestra vida diaria. Que seamos diligentes y fieles en todo lo que hacemos, confiando en que Dios usará nuestros esfuerzos para Su reino.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre el trabajo del hombre.
Versículos de la Biblia sobre el trabajo del hombre

«Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor no para los hombres»
— Colosenses 3:23

«En toda labor hay frutoMas las vanas palabras de los labios empobrecen»
— Proverbios 14:23

«Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría»
— Eclesiastés 9:10

«Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma»
— 2 Tesalonicenses 3:10

«Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara lo guardase»
— Génesis 2:15

«El que labra su tierra se saciará de panMas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento»
— Proverbios 12:11

«Encomienda a Jehová tus obrasY tus pensamientos serán afirmados»
— Proverbios 16:3

«El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad»
— Efesios 4:28

«La mano negligente empobreceMas la mano de los diligentes enriquece»
— Proverbios 10:4

«Así que, hermanos míos amados, estad firmes constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano»
— 1 Corintios 15:58

«Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotrosY la obra de nuestras manos confirma sobre nosotrosSí, la obra de nuestras manos confirma»
— Salmos 90:17

«También el que es negligente en su trabajoEs hermano del hombre disipador»
— Proverbios 18:9

«Que procuréis tener tranquilidad, ocuparos en vuestros negocios, trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado»
— 1 Tesalonicenses 4:11

«Ve a la hormiga, oh perezosoMira sus caminos, sé sabioLa cual no teniendo capitánNi gobernador, ni señorPrepara en el verano su comidaY recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento»
— Proverbios 6:6-8
«El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero»
— 2 Timoteo 2:6

«También que es don de Dios que todo hombre coma beba, goce el bien de toda su labor»
— Eclesiastés 3:13

«Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, al polvo volverás»
— Génesis 3:19

«¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estaráNo estará delante de los de baja condición»
— Proverbios 22:29

«Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia»
— Eclesiastés 5:12

«No hay cosa mejor para el hombre sino que coma beba, que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios»
— Eclesiastés 2:24

«Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundanciaMas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza»
— Proverbios 21:5

«El que labra su tierra se saciará de panMas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza»
— Proverbios 28:19
«Posad en aquella misma casa, comiendo bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa»
— Lucas 10:7

«Porque si alguno no provee para los suyos, mayormente para los de su casa, ha negado la fe, es peor que un incrédulo»
— 1 Timoteo 5:8
«Seis días trabajarás, harás toda tu obra»
— Éxodo 20:9

«Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él»
— Colosenses 3:17

«El alma del perezoso desea, nada alcanzaMas el alma de los diligentes será prosperada»
— Proverbios 13:4

«Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre»
— Juan 6:27

«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece»
— Filipenses 4:13
«No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos»
— Isaías 65:22

«Su señor le dijo: Bien, buen siervo fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor»
— Mateo 25:21

«En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor»
— Romanos 12:11

«Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos»
— 1 Timoteo 6:18

«Pero alguno dirá: Tú tienes fe, yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, yo te mostraré mi fe por mis obras»
— Santiago 2:18

«Cuando comieres el trabajo de tus manosBienaventurado serás, te irá bien»
— Salmos 128:2

«Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, bendecimos; padecemos persecución, la soportamos»
— 1 Corintios 4:12

«El impío hace obra falsaMas el que siembra justicia tendrá galardón firme»
— Proverbios 11:18
«Busca lana linoY con voluntad trabaja con sus manos»
— Proverbios 31:13

«Dadle del fruto de sus manosY alábenla en las puertas sus hechos»
— Proverbios 31:31
«Edificamos, pues, el muro, toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar»
— Nehemías 4:6

«Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios»
— 1 Pedro 4:10

«En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir»
— Hechos 20:35

«De hacer bien de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios»
— Hebreos 13:16

«Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos»
— Mateo 5:16

«No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos»
— Gálatas 6:9
«Sale el hombre a su laborY a su labranza hasta la tarde»
— Salmos 104:23

«El que planta el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor»
— 1 Corintios 3:8

«Sin falta le darás, no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, en todo lo que emprendas»
— Deuteronomio 15:10

«Todas vuestras cosas sean hechas con amor»
— 1 Corintios 16:14
«Sin bueyes el granero está vacíoMas por la fuerza del buey hay abundancia de pan»
— Proverbios 14:4

«Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra»
— Romanos 13:7

«Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros»
— Gálatas 5:13

«No ames el sueño, para que no te empobrezcasAbre tus ojos, te saciarás de pan»
— Proverbios 20:13
«O lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, el que trilla, con esperanza de recibir del fruto»
— 1 Corintios 9:10
«El cual pagará a cada uno conforme a sus obras»
— Romanos 2:6
«Haced todo sin murmuraciones contiendas»
— Filipenses 2:14

«Prepara tus labores fueraY disponlas en tus camposY después edificarás tu casa»
— Proverbios 24:27
«Aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto»
— Tito 3:14

«Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?»
— Mateo 6:26