Queridos hermanos y hermanas, adentrémonos en la sagrada comprensión de enterrar a los muertos tal como se revela en las Sagradas Escrituras. Este tema tiene un profundo significado espiritual, entretejido en el mismo tejido de nuestra fe. A lo largo de la Biblia, vemos ejemplos que nos recuerdan el respeto y el honor otorgados a aquellos que han fallecido.
El acto de enterrar a los muertos es un testimonio del respeto que tenemos por la vida y la dignidad de cada persona. En la Biblia, encontramos que Abraham, un hombre de gran fe, se esforzó mucho por asegurar un entierro adecuado para su amada esposa, Sara. Este acto de amor y respeto no se trató meramente del acto físico de enterrar, sino que significó una profunda comprensión espiritual de honrar a aquellos que han partido.
En el Nuevo Testamento, vemos a José de Arimatea, un devoto seguidor de Jesús, que cuidó mucho al enterrar a nuestro Señor después de su crucifixión. Las acciones de José fueron impulsadas por una profunda reverencia y fe, reconociendo la naturaleza divina de Jesús y la necesidad de tratar su cuerpo con el máximo cuidado. Esto refleja un principio bíblico más amplio de honrar a los fallecidos, que está enraizado en nuestra fe y esperanza en la resurrección.
La Biblia también nos enseña que la muerte no es el final sino un paso hacia un nuevo comienzo. Nuestra fe nos asegura que aquellos que han fallecido están en las manos de nuestro amoroso Dios. Por lo tanto, cuando enterramos a nuestros seres queridos, lo hacemos con esperanza y confianza, creyendo en la promesa de Dios de vida eterna. Este acto de entierro se convierte en un ritual sagrado, un momento de despedida y una declaración de fe en la vida más allá de la tumba.
Queridos amigos, al reflexionar sobre estas verdades, recordemos la importancia de respetar y honrar a los muertos, ya que esto refleja nuestra creencia en la santidad de la vida y la esperanza que tenemos en Cristo. Que estas reflexiones nos guíen en nuestro camino de fe, trayendo consuelo y comprensión.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre enterrar a los muertos.
Versículos de la Biblia sobre el entierro de los muertos
«Extranjero forastero soy entre vosotros; dadme propiedad para sepultura entre vosotros, sepultaré mi muerta de delante de mí»
— Génesis 23:4
«Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos»
— Mateo 8:22
«Vino, pues, Jesús, halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro»
— Juan 11:17

«El polvo vuelva a la tierra, como era, el espíritu vuelva a Dios que lo dio»
— Eclesiastés 12:7
«Hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, hicieron gran llanto sobre él»
— Hechos 8:2
«Mi padre me hizo jurar, diciendo: He aquí que voy a morir; en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás; ruego, pues, que vaya yo ahora sepulte a mi padre, volveré»
— Génesis 50:5
«Sepultaron los huesos de Saúl los de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Zela, en el sepulcro de Cis su padre; hicieron todo lo que el rey había mandado. Dios fue propicio a la tierra después de esto»
— 2 Samuel 21:14
«Después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela al oriente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán»
— Génesis 23:19
«Hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, haréis llevar de aquí mis huesos»
— Génesis 50:25
«Enterraron en Siquem los huesos de José, que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien piezas de dinero; fue posesión de los hijos de José»
— Josué 24:32
«Lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy»
— Deuteronomio 34:6
«Levantándose los jóvenes, lo envolvieron, sacándolo, lo sepultaron»
— Hechos 5:6
«Al instante ella cayó a los pies de él, expiró; cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; la sacaron, la sepultaron junto a su marido»
— Hechos 5:10
«Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos»
— Juan 19:40
«Lo sepultaron en los sepulcros que él había hecho para sí en la ciudad de David; lo pusieron en un ataúd, el cual llenaron de perfumes diversas especias aromáticas, preparadas por expertos perfumistas; hicieron un gran fuego en su honor»
— 2 Crónicas 16:14
«Entonces tomó el profeta el cuerpo del varón de Dios, lo puso sobre el asno se lo llevó. el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle enterrarle. puso el cuerpo en su sepulcro; le endecharon, diciendo: ¡Ay, hermano mío»
— 1 Reyes 13:29-30
«Tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue»
— Mateo 27:59-60
«El cual compró una sábana, quitándolo, lo envolvió en la sábana, lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro»
— Marcos 15:46
«Quitándolo, lo envolvió en una sábana, lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie»
— Lucas 23:53
«En el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús»
— Juan 19:41-42
«Aconteció que en aquellos días enfermó murió. Después de lavada, la pusieron en una sala»
— Hechos 9:37
«Tomando sus huesos, los sepultaron debajo de un árbol en Jabes, ayunaron siete días»
— 1 Samuel 31:13
«Entonces murió Débora, ama de Rebeca, fue sepultada al pie de Bet-el, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut»
— Génesis 35:8
«Así murió Raquel, fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén»
— Génesis 35:19

«Lo sepultaron Isaac Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón hijo de Zohar heteo, que está enfrente de Mamre»
— Génesis 25:9
«Allí sepultaron a Abraham a Sara su mujer; allí sepultaron a Isaac a Rebeca su mujer; allí también sepulté yo a Lea»
— Génesis 49:31
«Durmió David con sus padres, fue sepultado en su ciudad»
— 1 Reyes 2:10
«A Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezreel, no habrá quien la sepulte. En seguida abrió la puerta, echó a huir»
— 2 Reyes 9:10
«Entró luego, después que comió bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, sepultadla, pues es hija de rey. Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, los pies, las palmas de las manos»
— 2 Reyes 9:34-35
«En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole echándole fuera de las puertas de Jerusalén»
— Jeremías 22:19
«Pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado. No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos»
— Isaías 14:19-20
«Tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento»
— Ezequiel 39:14