Queridos hermanos y hermanas, al adentrarnos en el corazón de la Palabra de Dios, encontramos un enfoque profundo y compasivo en el cuidado de las viudas. Nuestro amoroso Padre siempre ha mostrado una profunda preocupación por aquellos que a menudo son pasados por alto por la sociedad. Las viudas, que pueden encontrarse en situaciones vulnerables, son especialmente queridas para Su corazón.
En las Escrituras, vemos a Dios como protector y proveedor de las viudas. Él manda a Su pueblo a cuidarlas, mostrándonos que la verdadera religión implica cuidar de los necesitados. El amor y la justicia de Dios son evidentes en Sus instrucciones para proteger los derechos de las viudas y proveer para ellas. Este cuidado divino no es solo una promesa lejana, sino un llamado activo a Sus seguidores para reflejar Su carácter en sus vidas.
Consideren la historia de Elías y la viuda de Sarepta. Durante una severa hambruna, Dios envió a Elías a una viuda que recogía leña para preparar una última comida para ella y su hijo. A través de Elías, Dios proporcionó milagrosamente harina y aceite que nunca se agotaron. Esta historia ilustra bellamente la provisión y el cuidado de Dios por aquellos que confían en Él, incluso en las circunstancias más desesperadas.
Otro ejemplo se encuentra en el Libro de Rut. Rut, ella misma viuda, se quedó con su suegra Noemí, también viuda. Su lealtad y fidelidad mutua fueron bendecidas por Dios, resultando en que Rut se convirtiera en la bisabuela del Rey David. Su historia habla de esperanza y del amor redentor de Dios.
Querido amigo, el corazón de Dios late con compasión por las viudas, y Él nos llama a actuar con justicia y amar la misericordia. Se nos anima a seguir Su ejemplo extendiendo amor y apoyo a quienes pueden sentirse olvidados. Al hacerlo, encarnamos el evangelio en un mundo que desesperadamente necesita ver Su amor en acción.
Te prometo, querido amigo, que vivir este llamado divino no solo cambiará las vidas de aquellos a quienes servimos, sino que también transformará nuestros corazones. Si encuentras este mensaje significativo, por favor compártelo con otros que puedan ser alentados por él.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre el cuidado de Dios por las viudas.
Versículos de la Biblia sobre el cuidado de Dios por las viudas
«Que hace justicia al huérfano a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan vestido»
— Deuteronomio 10:18
«Padre de huérfanos defensor de viudasEs Dios en su santa morada»
— Salmos 68:5
«La religión pura sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo»
— Santiago 1:27
«A ninguna viuda ni huérfano afligiréis»
— Éxodo 22:22
«Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda»
— Isaías 1:17
«Jehová guarda a los extranjerosAl huérfano a la viuda sostieneY el camino de los impíos trastorna»
— Salmos 146:9
«Deja tus huérfanos, yo los criaré; en mí confiarán tus viudas»
— Jeremías 49:11
«No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano»
— Zacarías 7:10
«Vendré a vosotros para juicio; seré pronto testigo contra los hechiceros adúlteros, contra los que juran mentira, los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda al huérfano, los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos»
— Malaquías 3:5
«La bendición del que se iba a perder venía sobre míal corazón de la viuda yo daba alegría»
— Job 29:13
«Que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy»
— Rut 4:10
«Honra a las viudas que en verdad lo son»
— 1 Timoteo 5:3
«No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda»
— Deuteronomio 24:17
«Jehová asolará la casa de los soberbiosPero afirmará la heredad de la viuda»
— Proverbios 15:25
«Huérfanos somos sin padreNuestras madres son como viudas»
— Lamentaciones 5:3
«No temas, pues no serás confundida; no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado»
— Isaías 54:4-5
«Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; había con ella mucha gente de la ciudad. cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, le dijo: No llores. acercándose, tocó el féretro; los que lo llevaban se detuvieron. dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, comenzó a hablar. lo dio a su madre»
— Lucas 7:12-15
«Vino una viuda pobre, echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento»
— Marcos 12:42-44
«En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria»
— Hechos 6:1
«Levántate, vete a Sarepta de Sidón, mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. Entonces él se levantó se fue a Sarepta. cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; él la llamó, le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba»
— 1 Reyes 17:9-10
«Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano de la viuda. dirá todo el pueblo: Amén»
— Deuteronomio 27:19
«A la viuda al extranjero matanY a los huérfanos quitan la vida»
— Salmos 94:6
«Si estorbé el contento de los pobresE hice desfallecer los ojos de la viuda»
— Job 31:16
«Que devoran las casas de las viudas, por pretexto hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación»
— Lucas 20:47
«¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación»
— Mateo 23:14
«Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas»
— 1 Timoteo 5:16
«Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia, a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno agradable delante de Dios»
— 1 Timoteo 5:4
«Así ha dicho Jehová: Haced juicio justicia, librad al oprimido de mano del opresor, no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar»
— Jeremías 22:3
«Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. Él le dijo: Ve pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, enciérrate tú tus hijos; echa en todas las vasijas, cuando una esté llena, ponla aparte. se fue la mujer, cerró la puerta encerrándose ella sus hijos; ellos le traían las vasijas, ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. Vino ella luego, lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve vende el aceite, paga a tus acreedores; tú tus hijos vivid de lo que quede»
— 2 Reyes 4:1-7
«Clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo? se tendió sobre el niño tres veces, clamó a Jehová dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Jehová oyó la voz de Elías, el alma del niño volvió a él, revivió. Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, lo dio a su madre, le dijo Elías: Mira, tu hijo vive»
— 1 Reyes 17:20-23
«Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando mostrando las túnicas los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas»
— Hechos 9:39
«Para apartar del juicio a los pobres, para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, robar a los huérfanos»
— Isaías 10:2
«Abre tu boca, juzga con justiciaY defiende la causa del pobre del menesteroso»
— Proverbios 31:9
«No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito»
— Éxodo 23:6
«Defended al débil al huérfanoHaced justicia al afligido al menesteroso»
— Salmos 82:3
«No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo»
— Levítico 19:15
«¿No es que partas tu pan con el hambriento, a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, no te escondas de tu hermano?»
— Isaías 58:7
«Os ruego que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares sus casas, la centésima parte del dinero, del grano, del vino del aceite, que demandáis de ellos como interés»
— Nehemías 5:11
«Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, humillarte ante tu Dios»
— Miqueas 6:8
«No oprimiereis al extranjero, al huérfano a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro»
— Jeremías 7:6
«Vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, el extranjero, el huérfano la viuda que hubiere en tus poblaciones, comerán serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren»
— Deuteronomio 14:29
«Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano a la viuda; comerán en tus aldeas, se saciarán»
— Deuteronomio 26:12
«Al padre a la madre despreciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; al huérfano a la viuda despojaron en ti»
— Ezequiel 22:7
«Tus príncipes, prevaricadores compañeros de ladrones; todos aman el soborno, van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda»
— Isaías 1:23
«Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte»
— Mateo 15:5