Queridos hermanos y hermanas, dejar el hogar es un paso significativo en la vida, lleno de emoción e incertidumbre. La Biblia nos proporciona sabiduría y guía para estos momentos. Cuando miramos las Escrituras, vemos muchos casos donde las personas dejaron sus hogares, ya sea por elección o necesidad, y cómo la mano de Dios estuvo sobre ellos.
Consideren a Abraham, querido amigo. Dios lo llamó a dejar su tierra natal y su familia, prometiéndole hacerlo el padre de muchas naciones. La fe y obediencia de Abraham eran fuertes, y él confió en el plan de Dios. Su viaje no fue fácil, pero a través de su confianza en Dios, se convirtió en un gran patriarca cuyo legado continúa hasta hoy.
De manera similar, vemos la historia del Hijo Pródigo. Este joven dejó la casa de su padre, buscando libertad y aventura. Aunque enfrentó dificultades debido a sus elecciones, finalmente se dio cuenta de la importancia de regresar a casa. Su padre lo recibió con los brazos abiertos, enseñándonos sobre el perdón y la importancia de la familia.
Queridos hermanos y hermanas, cuando se encuentren en una encrucijada, recuerden buscar la guía de Dios. Dejar el hogar puede simbolizar un nuevo comienzo, una oportunidad para acercarse más a Dios y cumplir Su propósito para sus vidas. Confíen en Su plan, tal como lo hizo Jacob cuando huyó de Esaú, encontrando refugio y bendiciones en una nueva tierra.
Dejar el hogar también puede ser un momento para profundizar su fe. A medida que se adentren en lo desconocido, confíen en las promesas de Dios. Él está con ustedes, tal como estuvo con Moisés cuando guió a los israelitas fuera de Egipto. Dios les proporcionó fuerza y sustento, y hará lo mismo por ustedes.
Queridos amigos, mientras contemplan este viaje, confíen en el Señor con todo su corazón. No se apoyen en su propia comprensión, sino en todos sus caminos reconózcanlo, y Él dirigirá sus senderos. Abracen los nuevos comienzos con fe, valor y amor.
Queridos amigos, ahora veamos a continuación las escrituras bíblicas que hablan sobre dejar el hogar.
Versículos de la Biblia sobre dejar el hogar
«Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra de tu parentela, de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré»
— Génesis 12:1
«Cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, heredará la vida eterna»
— Mateo 19:29
«Si alguno viene a mí, no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas, aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo»
— Lucas 14:26
«Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne»
— Génesis 2:24
«Oye, hija, mira, inclina tu oídoOlvida tu pueblo, la casa de tu padre»
— Salmos 45:10
«Respondió Jesús dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, tierras, con persecuciones; en el siglo venidero la vida eterna»
— Marcos 10:29-30
«El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí»
— Mateo 10:37
«También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, a tu parentela, yo estaré contigo»
— Génesis 31:3
«Despidió Moisés a su suegro, este se fue a su tierra»
— Éxodo 18:27
«Respondió Rut: No me ruegues que te deje, me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios mi Dios»
— Rut 1:16
«He aquí, yo estoy contigo, te guardaré por dondequiera que fueres, volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho»
— Génesis 28:15
«Esforzaos cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará»
— Deuteronomio 31:6
«No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, mis hijas de los confines de la tierra»
— Isaías 43:5-6
«Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; salió sin saber a dónde iba»
— Hebreos 11:8
«Fíate de Jehová de todo tu corazónY no te apoyes en tu propia prudenciaReconócelo en todos tus caminosY él enderezará tus veredas»
— Proverbios 3:5-6
«Le dijo: Sal de tu tierra de tu parentela, ven a la tierra que yo te mostraré»
— Hechos 7:3
«(porque por fe andamos, no por vista)»
— 2 Corintios 5:7
«Mira que te mando que te esfuerces seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas»
— Josué 1:9
«Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén»
— Mateo 28:19-20
«Jehová guardará tu salida tu entradaDesde ahora para siempre»
— Salmos 121:8
«Ministrando estos al Señor, ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado orado, les impusieron las manos los despidieron»
— Hechos 13:2-3
«Llamaron a Rebeca, le dijeron: ¿Irás tú con este varón? ella respondió: Sí, iré»
— Génesis 24:58
«Si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies»
— Mateo 10:14
«Les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas»
— Lucas 9:3
«Se fue David de allí a Mizpa de Moab, dijo al rey de Moab: Yo te ruego que mi padre mi madre estén con vosotros, hasta que sepa lo que Dios hará de mí. Los trajo, pues, a la presencia del rey de Moab, habitaron con él todo el tiempo que David estuvo en el lugar fuerte»
— 1 Samuel 22:3-4
«Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí»
— Isaías 6:8
«Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis»
— Jeremías 29:11
«Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre a mi madre, luego te seguiré. él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? se volvió, tomó un par de bueyes los mató, con el arado de los bueyes coció la carne, la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó fue tras Elías, le servía»
— 1 Reyes 19:20-21
«Se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole diciendo: Pasa a Macedonia ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio»
— Hechos 16:9-10
«Dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra a tu parentela, yo te haré bien»
— Génesis 32:9
«Dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación. Yo descenderé contigo a Egipto, yo también te haré volver; la mano de José cerrará tus ojos»
— Génesis 46:3-4
«Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, donde me hiciste un voto. Levántate ahora sal de esta tierra, vuélvete a la tierra de tu nacimiento»
— Génesis 31:13
«Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel. él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra a mi parentela»
— Números 10:29-30
«Dijo el rey a Itai geteo: ¿Para qué vienes tú también con nosotros? Vuélvete quédate con el rey; porque tú eres extranjero, desterrado también de tu lugar. Ayer viniste, ¿he de hacer hoy que te muevas para ir con nosotros? En cuanto a mí, yo iré a donde pueda ir; tú vuélvete, haz volver a tus hermanos; Jehová te muestre amor permanente fidelidad. respondió Itai al rey, diciendo: Vive Dios, vive mi señor el rey, que o para muerte o para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también tu siervo»
— 2 Samuel 15:19-21
«Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó»
— Deuteronomio 24:5
«Ven, por tanto, ahora, te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, saque de Egipto a los hijos de Israel? él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte»
— Éxodo 3:10-12
«Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir»
— Hebreos 13:14
«Porque con alegría saldréis, con paz seréis vueltos; los montes los collados levantarán canción delante de vosotros, todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso»
— Isaías 55:12
«Dijo Dios a Jacob: Levántate sube a Bet-el, quédate allí; haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú»
— Génesis 35:1
«Me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíirás tú, dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová»
— Jeremías 1:7-8
«Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor de dominio propio»
— 2 Timoteo 1:7
«Amados, yo os ruego como a extranjeros peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma»
— 1 Pedro 2:11
«Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta lo último de la tierra»
— Hechos 1:8
«Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo»
— Juan 17:18
«Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús»
— Filipenses 3:13-14
«Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré»
— Hebreos 13:5
«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, os he puesto para que vayáis llevéis fruto, vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé»
— Juan 15:16
«Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, le dijo: Sígueme. se levantó le siguió»
— Mateo 9:9
«Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; los que lloran, como si no llorasen; los que se alegran, como si no se alegrasen; los que compran, como si no poseyesen; los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa»
— 1 Corintios 7:29-31
«Se fue Abram, como Jehová le dijo; Lot fue con él. era Abram de edad de setenta cinco años cuando salió de Harán»
— Génesis 12:4
«Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos»
— Mateo 8:22
«Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides»
— Deuteronomio 31:8
«Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó fue. sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, había venido a Jerusalén para adorar»
— Hechos 8:26-27
«Él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, en el siglo venidero la vida eterna»
— Lucas 18:29-30
«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta»
— Romanos 12:2
«Encomienda a Jehová tus obrasY tus pensamientos serán afirmados»
— Proverbios 16:3
«Si alguno me sirve, sígame; donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará»
— Juan 12:26
«Les dijo Jesús: Venid en pos de mí, haré que seáis pescadores de hombres. dejando luego sus redes, le siguieron»
— Marcos 1:17-18
«Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios»
— Hechos 20:22-24
«Si tomare las alas del albaY habitare en el extremo del marAun allí me guiará tu manoY me asirá tu diestra»
— Salmos 139:9-10