Queridos hermanos y hermanas, hoy nos reunimos para reflexionar sobre el sagrado camino de dejar a los padres, un sendero que muchos de nosotros recorremos al crecer y formar nuevas familias. En la Biblia, esta transición no es meramente una separación física, sino también un viaje espiritual y emocional. Las escrituras nos recuerdan la importancia de honrar a nuestros padres mientras abrazamos las nuevas responsabilidades y bendiciones del matrimonio y la adultez.
El acto de dejar a los padres se ve como un paso necesario para unirse a un cónyuge y crear una nueva unidad familiar. Este es un diseño divino donde dos individuos se unen para formar un vínculo fuerte y arraigado en el amor y la fe. La Biblia nos enseña que esta unión es un reflejo de la relación entre Cristo y la Iglesia, un lazo sagrado que requiere compromiso, comprensión y respeto mutuo.
Aunque dejar a los padres puede ser un desafío, también es una oportunidad para crecer. Es un momento para atesorar las lecciones aprendidas de nuestros padres y construir sobre ellas mientras creamos nuestras propias tradiciones familiares. Esta transición requiere sabiduría y gracia, sabiendo cuándo buscar consejo y cuándo caminar con confianza en el camino que Dios ha trazado para nosotros.
Consideren la historia de Isaac y Rebeca, quienes dejaron a sus familias para unirse en santo matrimonio. Su camino fue uno de fe y confianza en el plan de Dios. A medida que construyeron su vida juntos, se apoyaron en las enseñanzas y bendiciones de sus padres mientras forjaban su propio camino.
Queridos amigos, al contemplar los pasos de dejar a sus padres, recuerden que es parte del plan de Dios para su vida. Honren a sus padres por el amor y la guía que les han dado, y avancen con fe en el nuevo capítulo que Dios ha preparado para ustedes.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre dejar a los padres.
Versículos de la Biblia sobre dejar a los padres

«Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne»
— Génesis 2:24

«Dijo: Por esto el hombre dejará padre madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne?»
— Mateo 19:5

«Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne»
— Efesios 5:31
«Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer»
— Marcos 10:7

«Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra de tu parentela, de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré»
— Génesis 12:1

«Honra a tu padre a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da»
— Éxodo 20:12

«Honra a tu padre a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da»
— Deuteronomio 5:16

«Oye, hijo mío, la instrucción de tu padreY no desprecies la dirección de tu madre»
— Proverbios 1:8

«Instruye al niño en su caminoY aun cuando fuere viejo no se apartará de él»
— Proverbios 22:6

«Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor»
— Colosenses 3:20
«Respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, que dejando a tu padre a tu madre la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes»
— Rut 2:11
«Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, a la nuera contra su suegra; los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí»
— Mateo 10:35-37

«Si alguno viene a mí, no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas, aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo»
— Lucas 14:26

«No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿qué comunión la luz con las tinieblas?»
— 2 Corintios 6:14
«Oye, hija, mira, inclina tu oídoOlvida tu pueblo, la casa de tu padre»
— Salmos 45:10
«Respondieron Raquel Lea, le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre? ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, aun se ha comido del todo nuestro precio? Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho»
— Génesis 31:14-16
«Toda aquella generación también fue reunida a sus padres. se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel»
— Jueces 2:10
«Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre a mi madre, luego te seguiré. él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?»
— 1 Reyes 19:20
«Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos»
— Mateo 8:21-22
«Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: No tomarás para ti mujer, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar. Porque así ha dicho Jehová acerca de los hijos de las hijas que nazcan en este lugar, de sus madres que los den a luz de los padres que los engendren en esta tierra: De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra; con espada con hambre serán consumidos, sus cuerpos servirán de comida a las aves del cielo a las bestias de la tierra»
— Jeremías 16:1-4
«Dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve, anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios»
— Lucas 9:59-62

«Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer»
— 1 Corintios 7:10-11
«Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?»
— 1 Samuel 18:18

«Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó»
— Deuteronomio 24:5

«Cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, heredará la vida eterna»
— Mateo 19:29
«Luego los llamó; dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron»
— Marcos 1:20
«Cuando vio Jesús a su madre, al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa»
— Juan 19:26-27
«Él dijoVarones hermanos padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán, le dijo: Sal de tu tierra de tu parentela, ven a la tierra que yo te mostraré. Entonces salió de la tierra de los caldeos habitó en Harán; de allí, muerto su padre, Dios le trasladó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora»
— Hechos 7:2-4
«Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac Jacob, coherederos de la misma promesa»
— Hebreos 11:8-9
«Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo lo sirvieres, respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre. Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, estaban delante de él. les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre. Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones»
— 1 Reyes 12:6-11

«El hijo sabio alegra al padreMas el hombre necio menosprecia a su madre»
— Proverbios 15:20

«El que roba a su padre ahuyenta a su madreEs hijo que causa vergüenza acarrea oprobio»
— Proverbios 19:26

«Oye a tu padre, a aquel que te engendrócuando tu madre envejeciere, no la menosprecies»
— Proverbios 23:22

«¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti»
— Isaías 49:15
«Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, los enemigos del hombre son los de su casa»
— Miqueas 7:6
«Él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, en el siglo venidero la vida eterna»
— Lucas 18:29-30

«Porque si alguno no provee para los suyos, mayormente para los de su casa, ha negado la fe, es peor que un incrédulo»
— 1 Timoteo 5:8

«El que hiriere a su padre o a su madre, morirá»
— Éxodo 21:15

«Cada uno temerá a su madre a su padre, mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios»
— Levítico 19:3
«Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre a tu madre; : El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición»
— Mateo 15:4-6

«Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, seas de larga vida sobre la tierra»
— Efesios 6:1-3

«Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten»
— Colosenses 3:21

«Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, viviremos?»
— Hebreos 12:9

«Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo»
— 1 Pedro 3:7
«Ellos, dejando al instante la barca a su padre, le siguieron»
— Mateo 4:22
«Respondió Jesús dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, tierras, con persecuciones; en el siglo venidero la vida eterna»
— Marcos 10:29-30

«Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño»
— 1 Corintios 13:11

«Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe pureza»
— 1 Timoteo 4:12

«Aun el muchacho es conocido por sus hechosSi su conducta fuere limpia recta»
— Proverbios 20:11

«Dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, desnudo volveré allá. Jehová dio, Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito»
— Job 1:21
«No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir»
— 1 Samuel 2:24-25
«Habiendo zarpado de Pafos, Pablo sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén»
— Hechos 13:13
«Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, volví de nuevo a Damasco»
— Gálatas 1:15-17
«Hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre»
— Hechos 15:39
«Oyó Moisés la voz de su suegro, hizo todo lo que dijo»
— Éxodo 18:24
«Respondió Eliú hijo de Baraquel buzita, dijoYo soy joven, vosotros ancianosPor tanto, he tenido miedo, he temido declararos mi opiniónYo decía: Los días hablaránY la muchedumbre de años declarará sabiduría»
— Job 32:6-7

«Antes que te formase en el vientre te conocí, antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones»
— Jeremías 1:5
«Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria»
— 1 Corintios 2:6-7
«He aquí, herencia de Jehová son los hijosCosa de estima el fruto del vientreComo saetas en mano del valienteAsí son los hijos habidos en la juventudBienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellosNo será avergonzadoCuando hablare con los enemigos en la puerta»
— Salmos 127:3-5

«Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada»
— Tito 2:4-5
«Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, la palabra de Dios permanece en vosotros, habéis vencido al maligno»
— 1 Juan 2:14
«Llamaron a Rebeca, le dijeron: ¿Irás tú con este varón? ella respondió: Sí, iré»
— Génesis 24:58
«Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac. Pero a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones, los envió lejos de Isaac su hijo, mientras él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental»
— Génesis 25:5-6
«Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. el nombre de su hijo primogénito fue Joel, el nombre del segundo, Abías; eran jueces en Beerseba. Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar pervirtiendo el derecho»
— 1 Samuel 8:1-3

«Los proverbios de SalomónEl hijo sabio alegra al padrePero el hijo necio es tristeza de su madre»
— Proverbios 10:1
«Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre; la madre contra la hija, la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, la nuera contra su suegra»
— Lucas 12:53

«Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, esforzaos»
— 1 Corintios 16:13

«Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento»
— Eclesiastés 12:1

«No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará»
— Gálatas 6:7

«Delante de las canas te levantarás, honrarás el rostro del anciano, de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová»
— Levítico 19:32

«No me deseches en el tiempo de la vejezCuando mi fuerza se acabare, no me desampares»
— Salmos 71:9
«Si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días»
— 1 Reyes 3:14

«Hasta la vejez yo mismo, hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré guardaré»
— Isaías 46:4
«En los ancianos está la cienciaY en la larga edad la inteligencia»
— Job 12:12
«Corona de honra es la vejezQue se halla en el camino de justicia»
— Proverbios 16:31
«Aun en la vejez fructificaránEstarán vigorosos verdes»
— Salmos 92:14

«Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, en tu madre Eunice, estoy seguro que en ti también»
— 2 Timoteo 1:5

«Que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús»
— 2 Timoteo 3:15

«Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre»
— 1 Juan 2:12

«Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo»
— Efesios 4:32

«Descendió con ellos, volvió a Nazaret, estaba sujeto a ellos. su madre guardaba todas estas cosas en su corazón»
— Lucas 2:51
«El hijo sabio recibe el consejo del padreMas el burlador no escucha las reprensiones»
— Proverbios 13:1

«En el temor de Jehová está la fuerte confianzaY esperanza tendrán sus hijos»
— Proverbios 14:26

«Corona de los viejos son los nietosY la honra de los hijos, sus padres»
— Proverbios 17:6

«Aun en la vejez las canas, oh Dios, no me desamparesHasta que anuncie tu poder a la posteridadY tu potencia a todos los que han de venir»
— Salmos 71:18
«Los muchachos se fatigan se cansan, los jóvenes flaquean caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, no se cansarán; caminarán, no se fatigarán»
— Isaías 40:30-31

«Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porqueDios resiste a los soberbiosY da gracia a los humildes»
— 1 Pedro 5:5
«Los días de nuestra edad son setenta añosY si en los más robustos son ochenta añosCon todo, su fortaleza es molestia trabajoPorque pronto pasan, volamos»
— Salmos 90:10
«Respondió José a su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. él dijo: Acércalos ahora a mí, los bendeciré»
— Génesis 48:9
«Vio José los hijos de Efraín hasta la tercera generación; también los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron criados sobre las rodillas de José»
— Génesis 50:23
«Para que cuentes a tus hijos a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, mis señales que hice entre ellos; para que sepáis que yo soy Jehová»
— Éxodo 10:2
«Cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó adoró»
— Éxodo 12:26-27

«Delante de las canas te levantarás, honrarás el rostro del anciano, de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová»
— Levítico 19:32
«Por tanto, guárdate, guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, a los hijos de tus hijos. El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, las enseñarán a sus hijos»
— Deuteronomio 4:9-10

«Las repetirás a tus hijos, hablarás de ellas estando en tu casa, andando por el camino, al acostarte, cuando te levantes»
— Deuteronomio 6:7

«Las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, cuando te levantes»
— Deuteronomio 11:19
«Habló a los hijos de Israel, diciendo: Cuando mañana preguntaren vuestros hijos a sus padres, dijeren: ¿Qué significan estas piedras? declararéis a vuestros hijos, diciendo: Israel pasó en seco por este Jordán»
— Josué 4:21-22
«Entonces oró Manoa a Jehová, dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, nos enseñlo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer»
— Jueces 13:8
«Hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, te acordares de mí, no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, no pasará navaja sobre su cabeza»
— 1 Samuel 1:11
«Le hacía su madre una túnica pequeña se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado»
— 1 Samuel 2:19

«Yo le seré a él padre, él me será a mí hijo. si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, con azotes de hijos de hombres»
— 2 Samuel 7:14
«Llegaron los días en que David había de morir, ordenó a Salomón su hijo, diciendo: Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, sé hombre. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, observando sus estatutos mandamientos, sus decretos sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas en todo aquello que emprendas; para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel»
— 1 Reyes 2:1-4
«Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel su gente de a caballo! nunca más le vio; tomando sus vestidos, los rompió en dos partes»
— 2 Reyes 2:12
«Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos»
— 2 Reyes 4:1
«El niño creció. Pero aconteció un día, que vino a su padre, que estaba con los segadores; dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre. habiéndole él tomado traído a su madre, estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, murió»
— 2 Reyes 4:18-20
«Habló Eliseo a aquella mujer a cuyo hijo él había hecho vivir, diciendo: Levántate, vete tú toda tu casa a vivir donde puedas; porque Jehová ha llamado el hambre, la cual vendrá sobre la tierra por siete años. Entonces la mujer se levantó, hizo como el varón de Dios le dijo; se fue ella con su familia, vivió en tierra de los filisteos siete años. cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos; después salió para implorar al rey por su casa por sus tierras. había el rey hablado con Giezi, criado del varón de Dios, diciéndole: Te ruego que me cuentes todas las maravillas que ha hecho Eliseo. mientras él estaba contando al rey cómo había hecho vivir a un muerto, he aquí que la mujer, a cuyo hijo él había hecho vivir, vino para implorar al rey por su casa por sus tierras. Entonces dijo Giezi: Rey señor mío, esta es la mujer, este es su hijo, al cual Eliseo hizo vivir. preguntando el rey a la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey ordenó a un oficial, al cual dijo: Hazle devolver todas las cosas que eran suyas, todos los frutos de sus tierras desde el día que dejó el país hasta ahora»
— 2 Reyes 8:1-6
«Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. descendió a él Joás rey de Israel, llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel su gente de a caballo»
— 2 Reyes 13:14
«Tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, sírvele con corazón perfecto con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre»
— 1 Crónicas 28:9
«Todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños sus mujeres sus hijos»
— 2 Crónicas 20:13
«El sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo»
— Nehemías 8:2
«Porque pregunta ahora a las generaciones pasadasY disponte para inquirir a los padres de ellasPues nosotros somos de ayer, nada sabemosSiendo nuestros días sobre la tierra como sombra¿No te enseñarán ellos, te hablaránY de su corazón sacarán palabras?»
— Job 8:8-10
«Cabezas canas hombres muy ancianos hay entre nosotrosMucho más avanzados en días que tu padre»
— Job 15:10

«Venid, hijos, oídmeEl temor de Jehová os enseñaré»
— Salmos 34:11

«Oh Dios, me enseñaste desde mi juventudY hasta ahora he manifestado tus maravillas»
— Salmos 71:17
«Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de IsraelPara entender sabiduría doctrinaPara conocer razones prudentesPara recibir el consejo de prudenciaJusticia, juicio equidadPara dar sagacidad a los simplesY a los jóvenes inteligencia corduraOirá el sabio, aumentará el saberY el entendido adquirirá consejoPara entender proverbio declaraciónPalabras de sabios, sus dichos profundos»
— Proverbios 1:1-6
«Hijo mío, no te olvides de mi leyY tu corazón guarde mis mandamientosPorque largura de días años de vidaY paz te aumentarán»
— Proverbios 3:1-2
«No menosprecies, hijo mío, el castigo de JehováNi te fatigues de su correcciónPorque Jehová al que ama castigaComo el padre al hijo a quien quiere»
— Proverbios 3:11-12
«Oíd, hijos, la enseñanza de un padreY estad atentos, para que conozcáis corduraPorque os doy buena enseñanzaNo desamparéis mi leyPorque yo también fui hijo de mi padreDelicado único delante de mi madreY él me enseñaba, me decíaRetenga tu corazón mis razonesGuarda mis mandamientos, vivirás»
— Proverbios 4:1-4
«Hijo mío, está atento a mi sabiduríaY a mi inteligencia inclina tu oídoPara que guardes consejoY tus labios conserven la ciencia»
— Proverbios 5:1-2

«Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padreY no dejes la enseñanza de tu madre»
— Proverbios 6:20
«Hijo mío, guarda mis razonesY atesora contigo mis mandamientosGuarda mis mandamientos vivirásY mi ley como las niñas de tus ojosLígalos a tus dedosEscríbelos en la tabla de tu corazón»
— Proverbios 7:1-3
«Ahora, pues, hijos, oídmeY bienaventurados los que guardan mis caminosAtended el consejo, sed sabiosY no lo menospreciéisBienaventurado el hombre que me escuchaVelando a mis puertas cada díaAguardando a los postes de mis puertasPorque el que me halle, hallará la vidaY alcanzará el favor de JehováMas el que peca contra mí, defrauda su almaTodos los que me aborrecen aman la muerte»
— Proverbios 8:32-36

«Da al sabio, será más sabioEnseña al justo, aumentará su saber»
— Proverbios 9:9

«El que recoge en el verano es hombre entendidoEl que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza»
— Proverbios 10:5

«El que ama la instrucción ama la sabiduríaMas el que aborrece la reprensión es ignorante»
— Proverbios 12:1
«La luz de los justos se alegraráMas se apagará la lámpara de los impíos»
— Proverbios 13:9

«El necio menosprecia el consejo de su padreMas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente»
— Proverbios 15:5

«Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanzaMas no se apresure tu alma para destruirlo»
— Proverbios 19:18
«Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzasQue te hacen divagar de las razones de sabiduría»
— Proverbios 19:27

«La necedad está ligada en el corazón del muchachoMas la vara de la corrección la alejará de él»
— Proverbios 22:15

«No rehúses corregir al muchachoPorque si lo castigas con vara, no morirá»
— Proverbios 23:13

«Mucho se alegrará el padre del justoY el que engendra sabio se gozará con él»
— Proverbios 23:24
«Come, hijo mío, de la miel, porque es buenaY el panal es dulce a tu paladarAsí será a tu alma el conocimiento de la sabiduríaSi la hallares tendrás recompensaY al fin tu esperanza no será cortada»
— Proverbios 24:13-14

«La vara la corrección dan sabiduríaMas el muchacho consentido avergonzará a su madre»
— Proverbios 29:15

«Corrige a tu hijo, te dará descansoY dará alegría a tu alma»
— Proverbios 29:17
«Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre¿Qué, hijo mío? ¿qué, hijo de mi vientre?¿qué, hijo de mis deseos?No des a las mujeres tu fuerzaNi tus caminos a lo que destruye a los reyesNo es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vinoNi de los príncipes la sidraNo sea que bebiendo olviden la leyY perviertan el derecho de todos los afligidosDad la sidra al desfallecidoY el vino a los de amargado ánimoBeban, olvídense de su necesidadY de su miseria no se acuerden másAbre tu boca por el mudoEn el juicio de todos los desvalidosAbre tu boca, juzga con justiciaY defiende la causa del pobre del menesteroso»
— Proverbios 31:1-9
«Alégrate, joven, en tu juventud, tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; anda en los caminos de tu corazón en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará DiosQuita, pues, de tu corazón el enojo, aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia la juventud son vanidad»
— Eclesiastés 11:9-10
«Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazoPorque fuerte es como la muerte el amorDuros como el Seol los celosSus brasas, brasas de fuego, fuerte llama»
— Cantares 8:6
«¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados?, ¿a los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá»
— Isaías 28:9-10
«Bien que os dará el Señor pan de congoja agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda»
— Isaías 30:20-21

«El que vive, el que vive, este te dará alabanza, como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a los hijos»
— Isaías 38:19

«Todos tus hijos serán enseñados por Jehová; se multiplicará la paz de tus hijos»
— Isaías 54:13
«Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia con inteligencia»
— Jeremías 3:15
«Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, mirad, preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, andad por él, hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos»
— Jeremías 6:16

«Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, la escribiré en su corazón; yo seré a ellos por Dios, ellos me serán por pueblo. no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, no me acordaré más de su pecado»
— Jeremías 31:33-34
«Dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia de buen entendimiento, idóneos para estar en el palacio del rey; que les enseñase las letras la lengua de los caldeos»
— Daniel 1:3-4
«Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará actuará. los sabios del pueblo instruirán a muchos; por algunos días caerán a espada a fuego, en cautividad despojo. en su caída serán ayudados de pequeño socorro; muchos se juntarán a ellos con lisonjas. También algunos de los sabios caerán para ser depurados limpiados emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo»
— Daniel 11:32-35

«Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos»
— Oseas 4:6
«Oíd esto, ancianos, escuchad, todos los moradores de la tierra. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres? De esto contaréis a vuestros hijos, vuestros hijos a sus hijos, sus hijos a la otra generación»
— Joel 1:2-3
«Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros»
— Zacarías 8:23
«¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud»
— Malaquías 2:15

«De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, así enseña los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga los enseñeste será llamado grande en el reino de los cielos»
— Mateo 5:19
«En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios de los entendidos, las revelaste a los niños»
— Mateo 11:25

«Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas cosas viejas»
— Mateo 13:52

«Dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos»
— Mateo 18:3-4
«Cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, que se le hundiese en lo profundo del mar»
— Mateo 18:6
«Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, orase; los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí»
— Mateo 19:13-15
«Pero los principales sacerdotes los escribas, viendo las maravillas que hacía, a los muchachos aclamando en el templo diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron, le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteisDe la boca de los niños de los que mamanPerfeccionaste la alabanza?»
— Mateo 21:15-16
«Tomó a un niño, lo puso en medio de ellos; tomándole en sus brazos, les dijo: El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió»
— Marcos 9:36-37
«Le presentaban niños para que los tocase; los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, les dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía»
— Marcos 10:13-16
«Les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ese es el más grande»
— Lucas 9:48
«En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios entendidos, las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó»
— Lucas 10:21
«Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él»
— Lucas 18:16-17
«Escrito está en los profetas: serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, aprendió de él, viene a mí»
— Juan 6:45
«Se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe este letras, sin haber estudiado?»
— Juan 7:15
«Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir»
— Juan 13:33

«Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros»
— Juan 13:34-35
«Porque para vosotros es la promesa, para vuestros hijos, para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare»
— Hechos 2:39

«Entonces viendo el denuedo de Pedro de Juan, sabiendo que eran hombres sin letras del vulgo, se maravillaban; les reconocían que habían estado con Jesús»
— Hechos 4:13
«Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros guardar la ley»
— Hechos 15:24
«Al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen»
— Hechos 16:4
«Estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así»
— Hechos 17:11
«Por tanto, mirad por vosotros, por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos»
— Hechos 20:28-30
«Instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia de la verdad»
— Romanos 2:20

«Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados»
— Romanos 6:17
«Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?»
— Romanos 11:34

«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta»
— Romanos 12:2

«Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo»
— 1 Corintios 2:16

«En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica»
— 1 Corintios 8:1

«Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu»
— 1 Corintios 12:8
«Porque en parte conocemos, en parte profetizamos»
— 1 Corintios 13:9
«Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar»
— 1 Corintios 14:20

«Derribando argumentos toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo»
— 2 Corintios 10:5
«Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos»
— Efesios 1:17-18

«Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo»
— Efesios 4:13
«Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia santidad de la verdad»
— Efesios 4:20-24

«Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. andad en amor, como también Cristo nos amó, se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda sacrificio a Dios en olor fragante»
— Efesios 5:1-2
«Esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más más en ciencia en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros irreprensibles para el día de Cristo»
— Filipenses 1:9-10
«Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios»
— Filipenses 3:15

«Lo que aprendisteis recibisteis oísteis visteis en mí, esto haced; el Dios de paz estará con vosotros»
— Filipenses 4:9

«Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría inteligencia espiritual»
— Colosenses 1:9
«Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría del conocimiento»
— Colosenses 2:2-3

«La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos himnos cánticos espirituales»
— Colosenses 3:16
«Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos»
— 1 Tesalonicenses 2:7-8
«Por lo demás, hermanos, os rogamos exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros agradar a Dios, así abundéis más más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús»
— 1 Tesalonicenses 4:1-2

«Así que, hermanos, estad firmes, retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra»
— 2 Tesalonicenses 2:15

«El cual quiere que todos los hombres sean salvos vengan al conocimiento de la verdad»
— 1 Timoteo 2:4
«Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe de la buena doctrina que has seguido»
— 1 Timoteo 4:6
«Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo a los que te oyeren»
— 1 Timoteo 4:15-16
«Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén»
— 1 Timoteo 6:20-21
«Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros»
— 2 Timoteo 1:13-14

«Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros»
— 2 Timoteo 2:2

«Pero persiste tú en lo que has aprendido te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús»
— 2 Timoteo 3:14-15

«Que prediques la palabra; que instes a tiempo fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia doctrina»
— 2 Timoteo 4:2
«Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza convencer a los que contradicen»
— Tito 1:9
«Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina»
— Tito 2:1
«Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras»
— Tito 2:11-14
«Para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús»
— Filemón 1:6
«Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, no de alimento sólido. todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien del mal»
— Hebreos 5:12-14

«Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios»
— Hebreos 6:1

«Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, imitad su fe»
— Hebreos 13:7

«Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente sin reproche, le será dada»
— Santiago 1:5

«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse»
— Santiago 1:19
«¿Quién es sabio entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre»
— Santiago 3:13
«Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir»
— 1 Pedro 1:14-15

«Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación»
— 1 Pedro 2:2

«Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas»
— 1 Pedro 2:21

«Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros»
— 1 Pedro 3:15
«Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios»
— 1 Pedro 4:1-2
«Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo»
— 2 Pedro 1:5-8

«Antes bien, creced en la gracia el conocimiento de nuestro Señor Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora hasta el día de la eternidad. Amén»
— 2 Pedro 3:18
«No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, porque ninguna mentira procede de la verdad»
— 1 Juan 2:21

«Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, la vida eterna»
— 1 Juan 5:20
«Cualquiera que se extravía, no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre al Hijo»
— 2 Juan 1:9

«No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad»
— 3 Juan 1:4
«Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos»
— Judas 1:3
«El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, le daré una piedrecita blanca, en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe»
— Apocalipsis 2:17

«Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, vestiduras blancas para vestirte, que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; unge tus ojos con colirio, para que veas»
— Apocalipsis 3:18

«El Espíritu la Esposa dicen: Ven. el que oye, diga: Ven. el que tiene sed, venga; el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente»
— Apocalipsis 22:17