Queridos hermanos y hermanas, hoy nos adentramos en la fascinante relación entre los ángeles y los humanos, un tema que ha intrigado a los creyentes durante siglos. Los ángeles, estos seres celestiales, son a menudo vistos como mensajeros de Dios. Desempeñan roles significativos en la narrativa divina, actuando como intermediarios entre el Todopoderoso y nosotros, Sus amados hijos.
A lo largo de la Biblia, vemos a los ángeles apareciendo en momentos cruciales. Traen mensajes de esperanza, guía y, a veces, advertencias. Por ejemplo, cuando María fue visitada por el ángel Gabriel, recibió la asombrosa noticia de que sería la madre de Jesús. Este momento resalta el papel de los ángeles como portadores de la voluntad de Dios y su capacidad para comunicarnos Sus planes divinos.
Además, los ángeles son representados como protectores. En la historia de Daniel en el foso de los leones, un ángel cierra las bocas de los leones, protegiendo a Daniel del daño. Esto ilustra la naturaleza protectora de los ángeles y cómo pueden ser instrumentos de la liberación de Dios.
Los ángeles también se unen en la adoración a Dios, y nos invitan a hacer lo mismo. En la visión celestial de Isaías, vemos a los ángeles rodeando el trono de Dios, clamando en adoración. Esta escena nos recuerda el deber sagrado de la adoración y nos anima a unirnos al coro de alabanza.
Sin embargo, es importante recordar, queridos amigos, que aunque los ángeles son poderosos y magníficos, no deben ser adorados. Son seres creados, como nosotros, que sirven a los propósitos del Creador. Su presencia es para señalarnos hacia Dios, no para llamar la atención sobre ellos mismos.
En nuestra vida diaria, puede que no siempre seamos conscientes de la presencia angelical a nuestro alrededor, pero podemos tener fe en que Dios los utiliza para llevar a cabo Sus planes para nuestro bien. Estemos abiertos a las formas en que Dios podría elegir guiarnos, ya sea a través de Su Palabra, Su Espíritu, o Sus mensajeros celestiales.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre ángeles y humanos.
Versículos de la Biblia sobre ángeles y humanos
«No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles»
— Hebreos 13:2
«Pues a sus ángeles mandará acerca de tiQue te guarden en todos tus caminos»
— Salmos 91:11
«Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos»
— Mateo 18:10
«Soñó: he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, su extremo tocaba en el cielo; he aquí ángeles de Dios que subían descendían por ella»
— Génesis 28:12
«El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temenY los defiende»
— Salmos 34:7
«Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente»
— Lucas 15:10
«El diablo entonces le dejó; he aquí vinieron ángeles le servían»
— Mateo 4:11
«Bendecid a Jehová, vosotros sus ángelesPoderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabraObedeciendo a la voz de su precepto»
— Salmos 103:20
«Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo»
— Daniel 6:22
«Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios»
— Lucas 1:30
«He aquí que se presentó un ángel del Señor, una luz resplandeció en la cárcel; tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. las cadenas se le cayeron de las manos»
— Hechos 12:7
«Miré, oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, de los seres vivientes, de los ancianos; su número era millones de millones»
— Apocalipsis 5:11
«Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, se inclinó hacia el suelo»
— Génesis 19:1
«¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?»
— Hebreos 1:14
«El ángel de Jehová se le apareció, le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado valiente»
— Jueces 6:12
«Aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde»
— Daniel 9:21
«Entonces dije: ¿Qué son estos, señor mío? me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo que son estos»
— Zacarías 1:9
«Yo Juan soy el que oyó vio estas cosas. después que las hube oído visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios»
— Apocalipsis 22:8-9
«Hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo llegando, removió la piedra, se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, su vestido blanco como la nieve. de miedo de él los guardas temblaron se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado»
— Mateo 28:2-5
«Se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle»
— Lucas 22:43
«Vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, no la guardasteis»
— Hechos 7:53
«Echándose debajo del enebro, se quedó dormido; he aquí luego un ángel le tocó, le dijo: Levántate, come»
— 1 Reyes 19:5
«Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua pueblo»
— Apocalipsis 14:6
«Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, apartarán a los malos de entre los justos»
— Mateo 13:49
«Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, quedé allí con los reyes de Persia»
— Daniel 10:13
«Jacob siguió su camino, le salieron al encuentro ángeles de Dios»
— Génesis 32:1
«Enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro»
— Mateo 24:31
«He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, te introduzca en el lugar que yo he preparado»
— Éxodo 23:20
«Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, decían»
— Lucas 2:13
«Oró Eliseo, dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, miró; he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, de carros de fuego alrededor de Eliseo»
— 2 Reyes 6:17
«Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel sus ángeles luchaban contra el dragón; luchaban el dragón sus ángeles»
— Apocalipsis 12:7
«Cuando alababan todas las estrellas del albaY se regocijaban todos los hijos de Dios?»
— Job 38:7
«Estuvo allí en el desierto cuarenta días, era tentado por Satanás, estaba con las fieras; los ángeles le servían»
— Marcos 1:13
«Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, con dos volaban»
— Isaías 6:2
«Yo me postré a sus pies para adorarle. él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía»
— Apocalipsis 19:10
«Se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso»
— Lucas 1:11
«A esta mujer apareció el ángel de Jehová, le dijo: He aquí que tú eres estéril, nunca has tenido hijos; pero concebirás darás a luz un hijo»
— Jueces 13:3
«Pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de élO el hijo del hombre, para que le visites?Le hiciste un poco menor que los ángelesLe coronaste de gloria de honraY le pusiste sobre las obras de tus manos»
— Hebreos 2:6-7
«Mas un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel sacándolos, dijo»
— Hechos 5:19
«¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?»
— 1 Corintios 6:3
«Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal»
— Colosenses 2:18
«Para mudar el aspecto de las cosas Joab tu siervo ha hecho esto; pero mi señor es sabio conforme a la sabiduría de un ángel de Dios, para conocer lo que hay en la tierra»
— 2 Samuel 14:20
«Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac Abed-nego, que envió su ángel libró a sus siervos que confiaron en él, que no cumplieron el edicto del rey, entregaron sus cuerpos antes que servir adorar a otro dios que su Dios»
— Daniel 3:28
«Pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es»
— Mateo 1:20
«Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema»
— Gálatas 1:8
«Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, tenía su espada desnuda en su mano. Balaam hizo reverencia, se inclinó sobre su rostro»
— Números 22:31
«El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias»
— Apocalipsis 1:20
«Vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto»
— Juan 20:12
«A vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder»
— 2 Tesalonicenses 1:7
«Los seres vivientes corrían volvían a semejanza de relámpagos»
— Ezequiel 1:14
«La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones vuestros pensamientos en Cristo Jesús»
— Filipenses 4:7
«Te encarezco delante de Dios del Señor Jesucristo, de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad»
— 1 Timoteo 5:21