Queridos hermanos y hermanas, hoy profundizamos en el tema de las recompensas terrenales desde una perspectiva bíblica. La Biblia habla de las recompensas que recibimos en este mundo, pero también nos invita a mirar más allá de lo que es temporal. Las recompensas terrenales, ya sean riqueza, reconocimiento o éxito, pueden traernos felicidad y satisfacción. Sin embargo, la Biblia nos recuerda que estas recompensas son pasajeras y no deben ser nuestro objetivo final.
Jesús nos enseña que nuestros corazones no deben estar puestos en los tesoros de la tierra, donde pueden ser destruidos o robados. En cambio, nos anima a acumular tesoros en el cielo. Esta sabiduría divina nos llama a centrarnos en valores eternos, como el amor, la bondad y la fidelidad. Las recompensas terrenales a veces pueden distraernos de estos propósitos superiores. Pueden llevarnos al orgullo o a la avaricia si olvidamos la fuente de todas las bendiciones.
Consideremos la historia del rey Salomón, a quien se le concedió sabiduría y gran riqueza. Salomón comprendió que las recompensas terrenales, aunque abundantes, no podían compararse con la sabiduría y el entendimiento que provienen de Dios. Su vida sirve como recordatorio de que la verdadera satisfacción no proviene de la riqueza material, sino de vivir en armonía con la voluntad de Dios.
Otro ejemplo es el joven rico que se acercó a Jesús, deseoso de heredar la vida eterna. Cuando Jesús le dijo que vendiera sus posesiones y las diera a los pobres, se fue triste. Esta historia revela el desafío de dejar atrás las recompensas terrenales para abrazar la mayor recompensa de seguir a Cristo.
Queridos amigos, recordemos que aunque las recompensas terrenales pueden ser bendiciones, nunca deben convertirse en nuestros ídolos. Usemos nuestras posesiones y logros terrenales para glorificar a Dios y servir a los demás. Al hacerlo, nos alineamos con los propósitos eternos de Dios.
Que busquemos primero el reino de Dios y su justicia, confiando en que todo lo que necesitamos será provisto. Esforcémonos por caminar en humildad, con nuestros ojos fijos en el premio eterno. Que nuestras vidas reflejen el amor y la gracia de nuestro Salvador, quien nos ofrece la mayor recompensa de todas: la vida eterna con Él.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre las recompensas terrenales.
Versículos bíblicos sobre recompensas terrenales
«No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla el orín corrompen, donde ladrones minan hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón»
— Mateo 6:19-21
«Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís»
— Colosenses 3:23-24
«Si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego»
— 1 Corintios 3:12-15
«Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, entonces pagará a cada uno conforme a sus obras»
— Mateo 16:27
«Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras»
— Jeremías 17:10
«El impío hace obra falsaMas el que siembra justicia tendrá galardón firme»
— Proverbios 11:18
«No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos»
— Gálatas 6:7-9
«Riquezas, honra vidaSon la remuneración de la humildad del temor de Jehová»
— Proverbios 22:4
«A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna»
— 1 Timoteo 6:17-19
«Su señor le dijo: Bien, buen siervo fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor»
— Mateo 25:21
«Dad, se os dará; medida buena, apretada, remecida rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir»
— Lucas 6:38
«Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; el que siembra generosamente, generosamente también segará»
— 2 Corintios 9:6
«Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, que es galardonador de los que le buscan»
— Hebreos 11:6
«El hombre de verdad tendrá muchas bendicionesMas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa»
— Proverbios 28:20
«El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria honra inmortalidad»
— Romanos 2:6-7
«Gozaos alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros»
— Mateo 5:12
«El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?»
— Lucas 16:10-12
«Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman»
— Santiago 1:12
«Bendito el Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros»
— 1 Pedro 1:3-4
«He aquí yo vengo pronto, mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra»
— Apocalipsis 22:12
«Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús»
— Filipenses 3:14
«Tuya, oh Señor, es la misericordiaPorque tú pagas a cada uno conforme a su obra»
— Salmos 62:12
«A Jehová presta el que da al pobreY el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar»
— Proverbios 19:17
«Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo»
— 2 Juan 1:8
«Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven sígueme»
— Mateo 19:21
«Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven, sígueme»
— Lucas 18:22
«Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ese recibirá del Señor, sea siervo o sea libre»
— Efesios 6:8
«Cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa»
— Mateo 10:42
«Respondió Jesús dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, tierras, con persecuciones; en el siglo venidero la vida eterna»
— Marcos 10:29-30
«El mal perseguirá a los pecadoresMas los justos serán premiados con el bien»
— Proverbios 13:21
«He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, su paga delante de su rostro»
— Isaías 40:10
«¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible»
— 1 Corintios 9:24-25
«Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida»
— 2 Timoteo 4:8
«Cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, heredará la vida eterna»
— Mateo 19:29
«No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón»
— Hebreos 10:35
«He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona»
— Apocalipsis 3:11
«Así que, hermanos míos amados, estad firmes constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano»
— 1 Corintios 15:58
«Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal»
— Colosenses 2:18
«Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos los ciegos; serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos»
— Lucas 14:13-14
«Si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, si entregase mi cuerpo para ser quemado, no tengo amor, de nada me sirve»
— 1 Corintios 13:3
«Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos sirviéndoles aún»
— Hebreos 6:10
«Jehová me ha premiado conforme a mi justiciaConforme a la limpieza de mis manos me ha recompensadoPorque yo he guardado los caminos de Jehováno me aparté impíamente de mi DiosPues todos sus juicios estuvieron delante de míno me he apartado de sus estatutosFui recto para con él, me he guardado de mi maldadPor lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justiciaConforme a la limpieza de mis manos delante de su vista»
— Salmos 18:20-24
«Honra a Jehová con tus bienesY con las primicias de todos tus frutosY serán llenos tus graneros con abundanciaY tus lagares rebosarán de mosto»
— Proverbios 3:9-10
«El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá»
— Mateo 10:41
«El alma generosa será prosperadaY el que saciare, él también será saciado»
— Proverbios 11:25
«Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, volverán de la tierra del enemigo»
— Jeremías 31:16
«Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo»
— 2 Corintios 5:10
«Tú irás hasta el fin, reposarás, te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días»
— Daniel 12:13
«Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me glorí? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra gloria gozo»
— 1 Tesalonicenses 2:19-20
«Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielosCuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público»
— Mateo 6:1-4
«Vended lo que poseéis, dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón»
— Lucas 12:33-34
«Cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria»
— 1 Pedro 5:4
«Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito estáVivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodillaY toda lengua confesará a DiosDe manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí»
— Romanos 14:10-12
«Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala»
— Eclesiastés 12:14
«De sus caminos será hastiado el necio de corazónPero el hombre de bien estará contento del suyo»
— Proverbios 14:14
«También el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente»
— 2 Timoteo 2:5
«No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición»
— 1 Pedro 3:9
«Deléitate asimismo en Jehováél te concederá las peticiones de tu corazón»
— Salmos 37:4
«Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, manifestará las intenciones de los corazones; entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios»
— 1 Corintios 4:5
«No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta»
— Filipenses 4:17
«Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, lo esconde de nuevo; gozoso por ello va vende todo lo que tiene, compra aquel campo»
— Mateo 13:44
«Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades»
— Lucas 19:17
«Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria el imperio por los siglos de los siglos. Amén»
— 1 Pedro 4:10-11
«Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra»
— Colosenses 3:2
«Porque para mí el vivir es Cristo, el morir es ganancia»
— Filipenses 1:21