Queridos hermanos y hermanas, exploremos el tema de los demonios como se menciona en la Biblia. La Biblia habla de los demonios como seres espirituales que se oponen a Dios y buscan dañar Su creación. Estos seres a menudo están asociados con Satanás, quien es descrito como el príncipe de los demonios. Desde el principio, Satanás y sus seguidores han estado en rebelión contra Dios, buscando alejar a las personas de la verdad.
En los Evangelios, vemos muchos casos donde Jesús se encuentra con demonios. Él tiene autoridad sobre ellos, ordenándoles que dejen a los individuos afligidos, y ellos obedecen. Esto nos muestra el poder y la autoridad de Cristo sobre todas las fuerzas espirituales. Cuando Jesús sanó a los poseídos por demonios, fue una demostración de Su compasión y Su poder divino para salvar y liberar. La presencia de demonios en el mundo nos recuerda la batalla espiritual que está ocurriendo constantemente. Sin embargo, no debemos vivir con miedo, pues se nos ha dado la seguridad de la victoria a través de Jesucristo.
La Biblia también nos enseña a estar vigilantes contra las maquinaciones del diablo y sus demonios. Estamos llamados a ponernos la armadura completa de Dios para que podamos mantenernos firmes contra estos ataques espirituales. Esta armadura incluye la verdad, la justicia, el evangelio de la paz, la fe, la salvación y la Palabra de Dios. Armados con estos, podemos resistir al enemigo y permanecer firmes en nuestra fe.
Además, queridos amigos, recordemos que aunque los demonios son poderosos, no son omnipotentes. Son seres creados y están sujetos a la voluntad de Dios. Nuestro Señor triunfará definitivamente sobre todo mal, y establecerá Su reino donde no habrá más sufrimiento ni dolor.
En conclusión, mientras navegamos por los desafíos de la vida, mantengamos firme nuestra fe, sabiendo que tenemos un Salvador que ha vencido al mundo. Si encuentras útil este contenido, por favor compártelo con otros.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre los demonios.
Versículos de la Biblia sobre los demonios
«Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, tiemblan»
— Santiago 2:19
«Los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos»
— Mateo 8:31
«Sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, echó fuera muchos demonios; no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían»
— Marcos 1:34
«También salían demonios de muchos, dando voces diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo»
— Lucas 4:41
«Esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, este se volvió dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. salió en aquella misma hora»
— Hechos 16:18
«Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego mudo; le sanó, de tal manera que el ciego mudo veía hablaba»
— Mateo 12:22
«Los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios»
— Marcos 3:11
«Le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él»
— Lucas 8:30
«Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad toda dolencia»
— Mateo 10:1
«Después llamó a los doce, comenzó a enviarlos de dos en dos; les dio autoridad sobre los espíritus inmundos»
— Marcos 6:7
«Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder autoridad sobre todos los demonios, para sanar enfermedades»
— Lucas 9:1
«Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?»
— Hechos 19:15
«Reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, este quedó sano desde aquella hora»
— Mateo 17:18
«Cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo sordo, yo te mando, sal de él, no entres más en él»
— Marcos 9:25
«Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; aconteció que salido el demonio, el mudo habló; la gente se maravilló»
— Lucas 11:14
«Aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos atormentados de espíritus inmundos; todos eran sanados»
— Hechos 5:16
«Pues son espíritus de demonios, que hacen señales, van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso»
— Apocalipsis 16:14
«Echado fuera el demonio, el mudo habló; la gente se maravillaba, decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel»
— Mateo 9:33
«Le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos»
— Marcos 5:12
«Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre»
— Lucas 10:17
«Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores a doctrinas de demonios»
— 1 Timoteo 4:1
«He aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio»
— Mateo 15:22
«La mujer era griega, sirofenicia de nación; le rogaba que echase fuera de su hija al demonio»
— Marcos 7:26
«Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz»
— Lucas 4:33
«Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; muchos paralíticos cojos eran sanados»
— Hechos 8:7
«Clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, se ha hecho habitación de demonios guarida de todo espíritu inmundo, albergue de toda ave inmunda aborrecible»
— Apocalipsis 18:2
«Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos»
— Mateo 8:16
«Predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, echaba fuera los demonios»
— Marcos 1:39
«Les dijo: Id, decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios hago curaciones hoy mañana, al tercer día termino mi obra»
— Lucas 13:32
«Se difundió su fama por toda Siria; le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades tormentos, los endemoniados, lunáticos paralíticos; los sanó»
— Mateo 4:24
«Vienen a Jesús, ven al que había sido atormentado del demonio, que había tenido la legión, sentado, vestido en su juicio cabal; tuvieron miedo»
— Marcos 5:15
«Mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, sanó al muchacho, se lo devolvió a su padre»
— Lucas 9:42
«No es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz»
— 2 Corintios 11:14
«Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo»
— 1 Juan 4:1
«Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, no lo halla»
— Mateo 12:43
«Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; se lo prohibimos, porque no nos seguía»
— Marcos 9:38
«Algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios»
— Lucas 8:2
«De tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, las enfermedades se iban de ellos, los espíritus malos salían»
— Hechos 19:12
«Los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar»
— Apocalipsis 9:20
«Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino»
— Mateo 8:28
«Que tuviesen autoridad para sanar enfermedades para echar fuera demonios»
— Marcos 3:15
«Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí»
— Lucas 11:24
«Dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?»
— Hechos 13:10
«Fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, sus ángeles fueron arrojados con él»
— Apocalipsis 12:9
«Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. su hija fue sanada desde aquella hora»
— Mateo 15:28
«Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo»
— Marcos 5:8
«Estaban todos maravillados, hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad poder manda a los espíritus inmundos, salen?»
— Lucas 4:36
«El hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos heridos»
— Hechos 19:16
«Adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, quién podrá luchar contra ella?»
— Apocalipsis 13:4
«Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros?»
— Mateo 7:22
«Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas»
— Marcos 16:17
«Los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados»
— Lucas 6:18
«Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo con poder a Jesús de Nazaret, cómo este anduvo haciendo bienes sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él»
— Hechos 10:38
«El diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego azufre, donde estaban la bestia el falso profeta; serán atormentados día noche por los siglos de los siglos»
— Apocalipsis 20:10
«Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo sus ángeles»
— Mateo 25:41
«Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces»
— Marcos 1:23
«Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros»
— Lucas 8:27
«Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando»
— Hechos 16:16
«Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, las arrojó sobre la tierra. el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese»
— Apocalipsis 12:4
«Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios»
— Mateo 12:28